Reducir el dolor en el posparto y evitar la episiotomía es posible

El nacimiento de tu bebé es un acontecimiento que implica emociones, entusiasmo y una gran alegría, pero también requiere una preparación y una dedicación previas, por ello para facilitar el comienzo de la vida de tu bebé va a ser importante ejercitar la musculatura pélvica y perineal.

El suelo pélvico es el conjunto de músculos y ligamentos que cierran la cavidad abdominal en su porción inferior. Su función es sostener los órganos pélvicos (vejiga, uretra, útero, vagina y recto) en una posición adecuada para que puedan llevar a cabo su función con normalidad.

En el transcurso del parto van a jugar un papel fundamental, por ello es muy importante llegar a este momento con una buena preparación.

Desde nuestro centro ofrecemos a la gestante la combinación de masaje perineal con la ejercitación con EPI-NO.

Pero, ¿Qué es el masaje perineal? ¿Qué es el EPI-NO?

Es una medida física que ha demostrado ser factor protector contra el trauma perineal ya que aumenta la elasticidad y favorece la circulación sanguínea, facilitando la relajación de este plano muscular durante el parto. Además, es capaz de reducir la incidencia del dolor en el posparto.

Es aconsejable empezar a ejercitar estos músculos a partir de la semana 34 de gestación, realizando sesiones de unos 20-30 minutos.

Es una técnica inocua, no dolorosa y en cualquier caso, no existe ningún riesgo para el bebé la aplicación de esta práctica.

Para realizar bien el masaje será igual de importante la ejercitación con EPI-NO. Es un dispositivo que ayuda a ejercitar la musculatura del suelo pélvico. Consiste en un balón de silicona y una pera de presión con un visualizador que permite controlar el tono de los músculos durante la sesión.

Se ha demostrado que el EPI-NO es capaz de reducir la ansiedad del momento del parto considerablemente, reducir el tiempo de la fase de expulsivo y la necesidad de analgésicos. Gracias a la pre-expansión más lenta y suave de la vulva y vagina, es posible reducir los daños perineales.  Pues un suelo pélvico debilitado favorece la incontinencia urinaria, prolapsos, disfunciones sexuales e incluso dolores lumbares.

En las instalaciones del Centro Ginecológico Bolonia disponemos de todos los recursos para realizar esta preparación específica ¡pregúntanos!