Incontinencia Urinaria

Según la International Continence Society (ICS) la incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina objetivamente demostrable que origina un problema social o higiénico

Tiene alta prevalencia en mujeres adultas y ancianas sobre todo en postmenopáusicas (ocurre en más de la mitad de mujeres por encima de 45 años) estando también presente en otras épocas de la vida de la mujer. El embarazo y el parto juegan un papel importante en el desarrollo de incontinencia urinaria de estrés y prolapso de órganos pélvicos. Afecta al 15-50% de las mujeres en la comunidad, situándose en torno al 35% en países europeos. Su prevalencia media en España es del 40,6%.
Menos de la mitad de mujeres (15-40%) que sufren incontinencia urinaria buscan ayuda por lo que una proporción importante de casos permanecen sin diagnosticar.

El tipo de incontinencia más común es la de esfuerzo o estrés y se define como cualquier pérdida involuntaria de orina relacionada con cualquier esfuerzo abdominal como toser o estornudar. Se estima que el 49% de las mujeres con síntomas de incontinencia urinaria presentan esta incontinencia.

La incontinencia urinaria trae como consecuencia efectos adversos en la percepción de la calidad de vida e interfiere además en aspectos sociales, físicos y sexuales, afectando negativamente a la autoestima de las mujeres.
La eficacia de los ejercicios de tonificación del suelo pélvico en el tratamiento de la incontinencia urinaria ha sido apoyado por numerosos estudios teniendo presente que la motivación de la paciente es un factor importante para el éxito del tratamiento.
El manejo conductual de la incontinencia urinaria, que incluye modificaciones en el estilo de vida y ejercicios de la musculatura del suelo pélvico, continúa siendo la primera línea de tratamiento para la incontinencia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la fisioterapia como el tratamiento de primera elección en los casos de incontinencia urinaria leve y moderada, así como en los prolapsos simples.

Existen recursos no quirúrgicos como el biofeedback, el cual utiliza electromiografía de superficie con monitorización simultánea, ayudando a las pacientes a identificar los correctos músculos para la contracción.
Aunque la cirugía para la incontinencia urinaria ha experimentado una gran progresión con la introducción de técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas, no debemos olvidar que el tratamiento primario son los ejercicios de tonificación del suelo pélvico, los cuales han demostrado tener un efecto positivo en la percepción de la calidad de vida general de las mujeres con incontinencia urinaria y en la vida sexual de las mismas.

En las instalaciones del Centro Ginecológico Bolonia disponemos de todos los recursos para realizar esta fisioterapia especifica, pregúntanos!!