Hacer ejercicio es el cambio de estilo de vida más importante para reducir el riesgo de recurrencia del cáncer de mama
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El aumento de peso de más del 10 por ciento del peso corporal después de un diagnóstico de cáncer de mama eleva la mortalidad Hacer ejercicio es el cambio de estilo de vida más importante para reducir el riesgo de recurrencia del cáncer de mama
Para las pacientes con cáncer de mama, la actividad física y evitar el aumento de peso son las opciones de estilo de vida más importantes que pueden reducir el riesgo de recurrencia del cáncer y la muerte, según las conclusiones de una revisión basada en evidencia publicada en 'CMAJ' ('Canadian Medical Association Journal').
"De todos los factores del estilo de vida, la actividad física tiene el efecto más fuerte en los resultados del cáncer de mama", subraya una de las autoras del trabajo, Ellen Warner, del Centro de Ciencias de la Salud Sunnybrook, en Toronto, Ontario, Canadá, con la coautora Julia Hamer.
"El aumento de peso de más del 10 por ciento del peso corporal después de un diagnóstico de cáncer de mama eleva la mortalidad por cáncer de mama y la mortalidad por todas las causas. Sin embargo, hay buenas razones para desalentar el incremento de peso incluso moderado debido a sus efectos negativos sobre el estado de ánimo y la imagen corporal", según los autores.
La revisión de 67 artículos publicados examina una variedad de factores del estilo de vida, como ejercicio, peso, dieta, tabaquismo y otros, y examina los cambios que las mujeres pueden hacer para mejorar sus posibilidades de supervivencia y reducir el riesgo de recurrencia del cáncer. Alrededor de un cuarto de las mujeres diagnosticadas con la enfermedad en etapa temprana morirán eventualmente de metástasis posteriores.
Como la revisión contiene recomendaciones prácticas de interés para las pacientes, sus familias, médicos y otros profesionales de la salud, es de acceso abierto y está disponible gratuitamente para su consulta. Aunque la evidencia no es concluyente sobre el impacto de algunos comportamientos de estilo de vida, como dietas específicas, consumo de alcohol y suplementos vitamínicos, los autores han resumido conclusiones clave fáciles de seguir y preguntas sin respuesta.
30 minutos diarios de ejercicio moderado cinco días a la semana.
Entre sus recomendaciones, está evitar el aumento de peso, puesto que ganar kilos durante o después del tratamiento del cáncer de mama está relacionado con la muerte asociada con el cáncer de mama y las mujeres que tienen sobrepeso u obesidad en el momento del diagnóstico también tienen peores pronósticos. Por ello, aconsejan realizar al menos 30 minutos de ejercicio moderado al día, cinco días a la semana, o 75 minutos de ejercicio vigoroso por semana; además de dos o tres sesiones de entrenamiento de fuerza para grupos musculares grandes.
Además, señalan que ningún tipo específico de dieta ha demostrado reducir el riesgo de recurrencia del cáncer de mama, explicando que la evidencia indica que las pacientes no necesitan evitar la soja y pueden controlar el peso si se toma como reemplazo a la proteína de carne que tiene más calorías.
En cuanto a los suplementos vitamínicos, los autores de este análisis creen que puede ser útil un consumo moderado de vitamina C, pero reconocen que hacen falta más pruebas. A su juicio, se pueden tomar suplementos de vitamina D para mantener niveles adecuados para la resistencia ósea, ya que la quimioterapia y los tratamientos hormonales pueden reducir la densidad ósea.
En relación al tabaco, tras señalar que no está claro si dejar de fumar después de un diagnóstico de cáncer de mama afecta a la recurrencia, apuntan que el riesgo de muerte por problemas de salud relacionados con el tabaquismo es una fuerte razón para dejar el hábito. En lo que respecta al consumo de alcohol, apuestan por limitar el consumo a una o menos bebidas alcohólicas por día como ayuda para reducir el riesgo de un segundo cáncer de mama.
Debido a que es común que las pacientes reduzcan su nivel de actividad física después de un diagnóstico de cáncer de mama, es importante que los profesionales de la salud promuevan y fomenten el ejercicio en esta población de pacientes. Simplemente recibir el asesoramiento de un oncólogo para hacer más ejercicio ha demostrado elevar el nivel de actividad de las pacientes.
Un punto importante a destacar es que las pacientes con cáncer de mama en los estudios que muestran los beneficios de los cambios en el estilo de vida también estaban recibiendo tratamiento anticancerígeno convencional; por lo que los científicos matizan que los cambios de estilo de vida nunca deben usarse como un sustituto de la terapia estándar.
Los autores advierten que algunos cánceres de mama tienen una biología agresiva y se repetirán a pesar de llevar unos comportamientos de estilo de vida más meticulosos. "Las pacientes no deben creer que los cambios inadecuados en su estilo de vida han llevado a la recurrencia de su cáncer", concluyen.